29 febrero 2008

Las carencias en la educación en valores afectan al desarrollo del niño

Especialistas en psiquiatría infantil creen que no transmitir a los hijos la cultura del esfuerzo creará "futuros adultos impacientes sin fuerza de voluntad"

Redacción / madrid . Diario de Cadiz 28/02/08

Las carencias en la educación in­ciden en la formación no sólo cul­tural del niño, sino también psi­cológica. Esta realidad está tras­pasando los foros educativos y co­mienza a ser una preocupación también para los médicos. Esa, al menos, ha sido una de las refle­xiones que se ha puesto de mani­fiesto en el III Congreso Interna­cional Multidisciplinar sobre el Trastorno por Déficit de Atención y Trastornos de la Conducta, or­ganizado recientemente por la Fundación para una infancia y adolescencia saludables (Con-FIAS) en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid. El encuentro reu­nió a unos 500 profesionales de la psiquiatría, neurología pediátri­ca, psicología, pedagogía, socio­logía, política y el periodismo. El doctor Javier Quintero, psiquia­tra infantil y vicepresidente de es­ta fundación, señalaba que "la educación no corresponde sólo a los padres; es una cosa de todos y estamos viviendo las consecuen­cias de no haber asumido cada uno su responsabilidad".

El doctor Quintero asegura que, desde hace un tiempo, los psiquia­tras han comenzado a notar difi­cultades en la comprensión lecto­ra de los chicos de secundaria. Es­tas carencias se reflejan en el últi­mo informe PISA, documento que evalúa de una manera comparativa las capacidades en determina­das áreas a alumnos de 57 países. Según explica, esto, más allá de la dificultad para leer, refleja una problemática más compleja que tiene que ver con la estructura de la personalidad. Así, recuerda que la educación es "mucho más" que la transmisión de datos y que edu­car en el esfuerzo no es "una cues­tión de méritos", sino "un elemen­to fundamental para construir una personalidad saludable".

En ese sentido, el experto indica que cualquier otra estrate­gia "desajustada" para conse­guir las cosas, como "el llanto o el chantaje", va a redundar en un adulto de las mismas caracte­rísticas, con una personalidad "insuficiente" para manejar si­tuaciones y con poca capacidad de esperar y esforzarse para con­seguir sus objetivos. "Esto nos parece alarmante porque una sociedad que no se esfuerza es una sociedad que no progresa", añade, recordando que esas ac­titudes no se enseñan "con 20 años" sino desde que los niños son pequeños.

Durante el Congreso, además de este problema, se abordaron otros trastornos más específicos y que repercuten sólo en deter­minados grupos como el Déficit por Trastorno de Atención e Hi-peractividad o el autismo. En es­tos casos, que cada vez cuentan con un mejor diagnóstico y tra­tamiento, también el entorno del niño -además de la medica­ción si es necesaria-, resulta fun­damental para que su potencial llegue a su punto máximo.


CONOCIMIENTO

La escasa comprensión lectora refleja problemas relativos a la estructura de la personalidad.